

¿Qué tipos de hipotecas existen?
Actualizado 20/03/2025
En el mercado existen distintos tipos de hipotecas, que cubren la mayoría de proyectos y necesidades de financiación que se requieren. Lo importante es elegir el tipo con el que nos encontremos más cómodos, pero para ello deberemos conocerlas. Empezamos:
Hipoteca fija
La hipoteca fija es aquella en la que el tipo de interés permanece igual durante toda la vida del préstamo, es decir, desde que la contratamos hasta que la amortizamos completamente, la cuota pactada permanece idéntica.
La hipoteca fija suele ser ofrecida por las entidades financieras a un plazo máximo de 25 años, pero pueden llegar hasta los 30 años. El tipo de interés es lógicamente más alto y está enfocada para un perfil conservador, que no quiera sobresaltos a lo largo de la vida de la hipoteca.
Hipoteca variable
La hipoteca variable es la que está compuesta por la suma del Euríbor (que es la parte que varía en función del estado de la economía) y un diferencial que es fijo. Lo podemos definir como el beneficio que gana el banco con la operación. Aquí, las cuotas fluctúan en función del Euríbor con revisiones semestrales o anuales, según la entidad.
La hipoteca variable tiene un plazo máximo de 30 años, pero algunas entidades llegan incluso hasta los 35-40 años de amortización y está orientado para perfiles más arriesgados o que prefieren pagar los intereses a precio de mercado.
Hipoteca mixta
Podemos describir la hipoteca mixta como un híbrido entre la hipoteca variable y la fija. Consta de una primera parte, generalmente los primeros 3, 5 o 10 años a tipo fijo, y una fase posterior a tipo variable referenciada al Euríbor.
Esta hipoteca tiene una duración máxima de 30 años y es interesante para fases de la economía, donde se espera una subida de tipos en un corto plazo de tiempo. Así nos garantizamos los primeros años sin subidas y, transcurrido dicho plazo inicial, podremos decidir si cambiamos de hipoteca o continuamos con la hipoteca variable.
Otros tipos de hipotecas
Hemos visto anteriormente las 3 hipotecas más habituales en el mercado financiero, pero existen diferentes tipos de hipotecas para distintas situaciones. Veamos algunas de ellas:
- Hipoteca autopromotor. Es un tipo de hipoteca que consiste en que las entidades te financian la construcción de tu propia vivienda e, incluso, te pueden financiar parte del suelo donde edificar. En esta hipoteca, el desembolso se realiza mediante certificaciones de obra, donde conforme se acredita la evolución de la construcción se abona el dinero de la misma. Es una operación compleja que requiere una gran coordinación con la empresa constructora, ayuntamiento y técnicos competentes (arquitecto, aparejador, etc.) para llevar a buen puerto el proyecto.
- Hipoteca joven. Destinada a menores de 30 o 35 años, según la entidad, para compra de su primera vivienda. En estos casos, pueden llegar a financiar hasta el 95% del menor de los valores entre el de tasación y el de compraventa. Es de gran ayuda para un sector donde el mayor problema para acceder a una vivienda se encuentra en la aportación inicial que piden las entidades para financiar la compra.
- Hipoteca inversa. Esta hipoteca se da en situaciones donde los propietarios están ya jubilados o mayores de 65 años y quieren o necesitan un complemento a sus ingresos. En este caso, el banco les adelanta un dinero de forma mensual con la garantía de la vivienda, que debe de estar libre de cargas.
- Hipoteca segunda residencia o inversión: Se trata de operaciones donde la finalidad es adquirir otro inmueble distinto a nuestra vivienda habitual, como por ejemplo una segunda residencia en la playa, o para comprar un piso para alquilar. En este caso, el plazo suele ser menor (entre 20 o 25 años), el tipo de interés es mayor y, el porcentaje que las entidades ofrecen es máximo del 70%.
- Hipoteca para no residentes, cuyos titulares no tienen su residencia fiscal en España, pero desean comprar una vivienda aquí. En estos casos, las entidades financian hasta un máximo del 70% del precio de compra si los compradores son residentes en algún país de la Unión Europea. Si no, puede quedarse en un 50%. Los plazos son menores y los tipos de interés superiores a los de una hipoteca para vivienda habitual de un residente en España.
- Hipotecas para colectivos. Generalmente, colectivos como los funcionarios o grandes empresas, pueden tener acuerdos con algunas entidades con condiciones más favorables. Dichas condiciones las consiguen por la estabilidad laboral (en el caso de los funcionarios, especialmente). Podemos destacar mejoras considerables en tipos de interés, menores vinculaciones y, la más habitual, mayor porcentaje de financiación, llegando hasta el 100% para funcionarios.>
- Hipoteca cambio de casa o puente, cuyo objetivo es financiar la compra de una vivienda mientras que vendes la que posees en la actualidad. Tienen una operativa compleja, pero, en resumen, te permite comprar una vivienda que te gusta o necesitas sin necesidad de vender previamente. Dependiendo de la entidad, pueden ser 2 hipotecas distintas o una sola sobre las 2 viviendas, cancelando la que se vende y, posteriormente, continuar con la que recae sobre el bien adquirido.




Te ayudamos a saber qué vivienda te puedes permitir o, si ya tienes mirada la casa, cómo quedaría tu hipoteca.