

¿Qué es pignorar y cuándo conviene hacerlo?
Actualizado 22/09/2025
Además de la financiación tradicional, existen algunas figuras financieras que pueden utilizarse para obtener liquidez, afrontar nuevas inversiones o, simplemente, adquirir un bien inmueble. En este caso hablaremos de la pignoración.
¿Qué significa pignorar?
Pignorar es dejar un bien como garantía real para el cumplimiento de una obligación, como puede ser la devolución de un préstamo, sin necesidad de deshacernos de él.
Es sinónimo de empeñar y, en la práctica, tiene efectos muy similares a una hipoteca, aunque suele resultar más económico, ya que no requiere gastos de tasación. A diferencia de la hipoteca, en la que la garantía real recae sobre bienes inmuebles, en la pignoración pueden emplearse bienes muebles (vehículos, fondos de inversión, depósitos bancarios, etc.) como garantía.
Por tanto, un préstamo pignorado es aquel cuya garantía real recae sobre un bien mueble, el cual pasa a manos del prestamista.
¿Cómo funciona la pignoración?
El funcionamiento de la pignoración es sencillo: se ofrece al prestamista, normalmente una entidad financiera, un bien como garantía de un préstamo.
- Si el bien es un vehículo, se inmoviliza.
- Si son joyas, quedan en depósito hasta que la deuda se satisfaga por completo.
- En el caso de activos financieros (acciones, fondos, depósitos remunerados), es posible seguir obteniendo rendimientos aunque estén pignorados, lo que la hace especialmente atractiva. En muchos casos, el coste de la pignoración puede compensarse con los intereses obtenidos, lo que convierte esta opción en una forma de financiación competitiva.
El plazo de devolución de un préstamo pignorado suele ser, como máximo, de 10 años, lo que lo acerca más a un préstamo personal que a una hipoteca.
En caso de impago, el bien pignorado pasa definitivamente a manos del prestamista o puede ser subastado para recuperar el capital prestado y los intereses.
Tipos de bienes que se pueden pignorar
Se pueden pignorar todos los bienes muebles que el prestamista acepte. Los más comunes son los productos financieros, aunque también se incluyen:
- Activos financieros: acciones, bonos o dinero en efectivo. Se bloquean, pero el propietario puede seguir percibiendo dividendos o intereses.
- Vehículos: automóviles, camiones, maquinaria pesada, etc.
- Joyas y obras de arte: cuadros, esculturas u objetos de valor suficiente para respaldar la deuda.
¿Cuándo conviene pignorar un bien?
La pignoración puede ser una alternativa a la financiación tradicional mediante garantía inmobiliaria (como la hipoteca). Es recomendable cuando no disponemos o no queremos aportar un inmueble como garantía, pero sí contamos con bienes muebles (vehículos, joyas, obras de arte o activos financieros).
También resulta indicada para operaciones de liquidez a corto plazo, ya que pignorar suele ser más rápido y barato que una hipoteca o un préstamo personal, los cuales requieren estudios, tasaciones y procedimientos más complejos.
Como en toda operación financiera con garantía real, el porcentaje de financiación dependerá del bien aportado:
- Hasta el 100% en depósitos líquidos garantizados.
- Alrededor del 70% en vehículos o joyas.
- En torno al 40% en acciones, por su mayor riesgo y volatilidad.
Por último, es fundamental asegurarse de que este producto es el idóneo para nuestro objetivo, ya que la posesión del bien recae directamente sobre el prestamista. En caso de impago, no se necesita resolución judicial: el prestamista puede quedarse con el bien o subastarlo directamente.

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